Hoy es el día de hablar de no sentirse vencido, de no rendirse ante los momentos duros que la vida te depara, de resistir ante un futuro incierto, de resistir los golpes y seguir de pie, de resistir ante la incomprensión, de resistir y convivir cada día con esa a la que llamamos la enfermedad de las mil caras, con esa compañera de baile que a veces nos pisa, con esa traviesa compañera de vida ante la que debemos ser Invencibles.
Dicen que las comparaciones son odiosas, pero esta aunque no se ajusta al caso quizás a muchos de vosotros le sirva. Nelson Mandela, representa esa resistencia ante las adversidades de la vida, ante un futuro incierto y ante la incomprensión. Abogado defensor de derechos humanos luchó pacíficamente contra la segregación racial en Sudáfrica (apartheid), por participar en esta lucha Mandela fue condenado a cadena perpetua y enviado a Robben Island (posteriormente es trasladado a la cárcel de Pollsmoor y luego a la cárcel Victor Verster), pasó 27 años de su vida encarcelado, de los cuales 18 años durmió sobre una esterilla en una celda de cuatro metros cuadrados, usó un cubo de hierro como inodoro, y sólo se le permitió recibir una visita de 30 minutos al año.
INVICTUS fue el poema que Nelson Mandela atesoró en un papel durante sus 27 años de encarcelamiento. Sus versos le sirvieron de guía y consuelo espiritual durante todo ese tiempo. Es un canto a la libertad y a la resistencia humana en los momentos más difíciles de la existencia.
En la noche que me envuelve, negra, como un pozo insondable, doy gracias al Dios que fuere por mi alma inconquistable.
En las garras de las circunstancias no he gemido, ni llorado. Bajo los golpes del destino mi cabeza ensangrentada jamás se ha postrado.
Más allá de este lugar de ira y llantos acecha la oscuridad con su horror. Y sin embargo la amenaza de los años me halla, y me hallará sin temor.
Ya no importa cuan estrecho haya sido el camino ni cuantos castigos lleve a mi espalda: soy el amo de mi destino, soy el capitán de mi alma.
William Ernest Henley
Esther, tienes toda la razón, al final depende depende de nosotros, por eso debemos aprender a resistir los embates de la vida y disfrutar de cada momento que la vida nos regala, sobre todos si son felices.
La vida, te va haciendo fuerte, pero depende de nosotros, el hacer de nuestra enfermedad, un motivo para sacar la parte positiva que todos tenemos, porque la fortaleza sin alegria y aceptación , no nos sirve, además, es muy importante ver el futuro con serenidad , pensando que la ciencia nos ayudará, y hemos de esperar contentos que llame a nuestra puerta. Siempre positivos, nunca negativos.